"Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse."

Gabriel Celaya

dilluns, 15 de desembre del 2008

Reflexiones sobre Colombia

Este pequeño texto tan sólo quiere mostrar algún aspecto sobre la violencia (sobretodo estatal) en Colombia, así que no es ni exhaustivo, ni completo (no tiene en cuenta la multidimensionalidad del conflicto), ni pretende ser objetivo (ni lo es ni queremos que lo sea). Tan solo son reflexiones -inconexas quizás- sobre la realidad allá.

Cuando sentimos hablar de Colombia, lo primero que se nos viene a la cabeza son los secuestros, el narcotráfico, la coca y las playas del Caribe, pero no solemos tener una idea clara de su historia reciente y mucho menos de lo que está pasando en este país andino donde hace más de 50 años el Estado y los grupos paramilitares libran una guerra a cuartel -recrudecida en los últimos años- contra la insurgencia revolucionaria. Echemos un vistazo al entramado del conflicto.

Colombia tiene una historia de violencia que abarca más de un siglo. La primera mitad del siglo XX, se conoce en Colombia como la “época de la violencia”. La lucha por el poder entre liberales y conservadores, y la represión ejercida por ambos hacia campesinos/as, tuvieron entre otras consecuencias el surgimiento de guerrillas como las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo), que nacieron en forma de autodefensas campesinas y más tarde adoptaron la estrategia de guerrilla móvil, así como la creación de otras guerrillas cómo el ELN, el EPL, el M-19, el Frente Manuel Quintín,...

Actualmente, las FARC son la principal fuerza guerrillera y cuenta con cerca de 20.000 efectivos, y el ELN (Ejército de Liberación Nacional) es la segunda fuerza guerrillera con presencia en parte del país. Ambas se autodefinen como marxistas-leninistas (aunque el ELN recibió una fuerte influencia de la Teología de la Liberación, por el cura revolucionario Camilo Torres), y ambas direccionan su lucha hacia los/las campesinas, uno de los sectores más excluidos de la negra historia de Colombia.

Pero la guerra contra los grupos guerrilleros no sólo la protagoniza el Estado. Desde antes del surgimiento de las guerrillas ya existían grupos paramilitares (que durante los años 40 eran conocidos como "los pájaros") que, a pesar de ser grupos autónomos, son los muchas veces son los encargados de ejecutar el trabajo sucio que el Estado no puede hacer por tener que ceñirse a la ley.

Entre los años 1983 y 2003, ya extendidos por gran parte del territorio colombiano, los grupos paramilitares estructurados en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) dejaron, oficialmente, mas de 14000 muertos y desaparecidos, aunque en realidad han sido muchos mas. En el año 2006 se desmovilizan oficialmente las AUC, como consecuencia de la “Ley de Justicia y Paz” promovida por el gobierno de Álvaro Uribe. Pero lejos de desaparecer se reestructuran en la actualidad bajo grupos como las "Águilas Negras" o "Autodefensas Gaitanistas de Colombia".
En todos estos años de guerra abierta se han dado vários procesos de negociación entre el Estado y las guerrillas, aunque el más conocido fue el de 1984, en el que las FARC optaron por la vía democrática creando el partido de la Unión Patriótica (UP). A pesar de la decisión de las FARC de dejar las armas, el gobierno no estaba dispuesto a a permitir una UP que crecía día a día y que tenía serias aspiraciones de ganar las elecciones a la presidencia. Así, fueron asesinados más de 4000 personas del nuevo partido político, entre ellas candidatos presidenciales, alcaldes y diputados, haciendo fracasar el procesos de negociación y las esperanzas de millones de colombianos y colombianas a conseguir una “paz pactada”.

En el 2002, Colombia entra en una nueva etapa de autoritarismo con la llegada al poder de Álvaro Uribe y su proyecto conocido como “seguridad democrática”. Uribe llegaba a la Casa de Nariño con serias y fiables acusaciones de su relación con el paramilitarismo y el narcotráfico, y con más de 70 denuncias en su contra sin resolver. Su política de "seguridad democrática", con el objetivo de combatir y eliminar la insurgencia, ha permitido militarizar prácticamente la totalidad del país con el interés implícito de apropiarse de las zonas ricas en recursos naturales, dando paso y beneficiando así a las grandes multinacionales que trafican con el agua, la biodiversidad y los bosques y, cómo no, con los recursos hidrocarburíferos.


* * *

El narcotráfico es otra pieza clave del rompecabezas del conflicto colombiano. Desde los años 50, muchos campesinos encontraron en el cultivo de la planta de coca una forma de subsistencia viable, y con precios estables en el mercado mundial, ante la caída del precio del café (derivada de la crisis económica que antaño condenó a las agriculturas del tercer mundo al monocultivo).
A pesar de que la cocaína mueve miles de millones de dólares al año, el campesino/a tan solo obtiene un beneficio de alrededor del 5% de su precio final. El 95% restante se lo distribuyen los productores de la pasta base y, el grueso del monto, los grandes narcotraficantes afincados en EEUU y Europa.

El incremento del consumo y las posibilidades de extender el negocio del polvo blanco de narcotraficantes, aumentó el interés de estos por las tierras ocupadas por campesinos e indígenas. Es por esto que estos terratenientes crearon y financiaron grupos paramilitares en estas zonas con el objetivo de desplazar la población y extender el control de las zonas de cocales. Los inmensos beneficios de la producción de la droga acabaron significando el 60% del ingreso de los grupos paramilitares.

También las FARC, a partir de los '80, encontraron en el negocio de la coca una forma de sustentarse ante un debilitamiento económico y militar. Así, empezaron a cobrar un impuesto a los narcotraficantes que compraban la hoja de coca a los campesinos en zonas controladas por la guerrilla, permitiendo así mantener un precio “justo” para el productor, a la vez que reinvierten el dinero en el proyecto político-militar. A pesar de la catalogación internacional de “narcoguerrilla”, el ingreso derivado del impuesto no es, ni mucho menos, determinante para su existencia.

Con el pretexto de la guerra contra las drogas, EEUU en 1998 consiguió implementar el llamado Plan Colombia, financiando una parte importante. En realidad la aplicación de este plan no ha sido más que la intervención militar de EEUU (a la nueva usanza, después de los desgastado golpes militares) para la eliminación por la fuerza de la insurgencia guerrillera y sus bases de apoyo, es decir, el campesinado. Así, también dejan paso libre a las grandes multinacionales para explotar los recursos de las regiones.

Después de casi una década de Plan Colombia, el Ejército Nacional ha resultado completamente modernizado, y ha conseguido hacer presencia en casi la totalidad del territorio, incrementando así el asedio a los/las campesinas. Es por esto que no resulta tan relevante el triunfo de Obama y la posibilidad de recortar el presupuesto al Plan Colombia, porque las condiciones para el ejército colombiano ya están dadas.

* * *

A pesar de que el escenario de la guerra es tanto en el campo como en la ciudad, ésta se materializa de forma muy distinta dependiendo de el sitio donde se da. En las ciudades se trata de una guerra de “baja intensidad”: los medios de comunicación por un lado silencian la resistencia en el campo, ocultando así la crueldad de la guerra; pero por otro lado, no se cansan de recordar constantemente que “estamos en guerra... y la estamos ganando”. Es su mecanismo de control necesario para desviar la atención de la elevada pobreza en las metrópolis, y forma parte de la estrategia de sembrar el terror entre la población para evitar que se hable abiertamente del conflicto (por miedo a la represión y estigmatización), cosa que contribuye a crear un imaginario social que niega la existencia del conflicto y muestra al exterior la imagen de estado democrático y de derecho. Aun así, en las ciudades las guerrillas tienen sus bases de apoyo en distintos ámbitos y espacios (también a través de organizaciones clandestinas). La presencia insurgente en las universidades, por ejemplo, es muy fuerte, y todo lo que se manifieste como un apoyo - directo o indirecto - a la guerrilla o movimientos sociales que cuestionen el poder estatal son reprimidas brutalmente por la policía o grupos paramilitares. Es así como miles de personas se han visto obligadas a salir del país por las persecuciones, las amenazas y la criminalización recibida.

El campo es donde se materializan los enfrentamientos y los combates (lógicos en el contexto de una guerra), y donde son frecuentes y cotidianas las ejecuciones extrajudiciales, las amenazas hacia la población civil, el miedo y los “falsos positivos”. Precisamente, esto último se ha convertido en "deporte nacional" entre las tropas del ejército, con dos variantes: o se secuestran jóvenes de las ciudades para asesinarlos en el campo vistiéndolos de guerrilleros, o directamente asesinan a campesinos y, colocándoles un arma, una radio o cualquier cosa que se pueda relacionar con la insurgencia, los declaran como bajas en combate, para conseguir mejoras laborales como primas o vacaciones. Lo mismo hacen con los campesionos/as sindicalizados o comprometidos social y políticamente (en lo que va de año ya han habido más de 400 sindicalistas asesinados en el país).

La intención es clara: siguiendo la estrategia de quitarle el agua al pez, pretenden limpiar el campo, asesinando la población civil, justificándose en el hecho de que todas y todos los campesinos son guerrilleros o auxiliadores de la guerrilla. De esta forma, van eliminando paulatinamente al principal sustento de la guerrilla (el campesinado), y dan paso libre a las multinacionales usurpadoras de los recursos naturales en la zona. En distintas zonas del país y desde hace años, los campesinos/as se están viendo obligados a huir de sus veredas o poblaciones, generando un éxodo que hoy suma alrededor de seis millones de desplazados/as que han contribuido al vertiginoso aumento de las metrópolis como Bogotá o Medellín. Tanto es así que en Colombia actualmente tan solo hay un 20% de población rural, cuando hace unas décadas era alrededor de un 60%.


El Tolima: un ejemplo de terrorismo de Estado

El departamento del Tolima, que se encuentra al sur de Bogotá, es una de las zonas donde el conflicto es más visible y resulta más evidente, ya que es escenario histórico de combate entre las FARC-EP y el Ejército Nacional, llegando a ser zona liberada por la guerrilla durante varios años. Al sur-oriente del departamento, la situación ha ido empeorando a medida que ha ido aumentando la presencia del ejército colombiano en la zona.

En 2006, son asesinados dos jóvenes campesinos (uno menor de edad) por parte del Ejército Nacional, y presentados cómo bajas en combate, hecho al que las comunidades responden con varias movilizaciones para exigir el esclarecimiento de los hechos. Al cabo de unos meses, en julio de 2008, consiguen un acuerdo con el ejército, algunas instituciones estatales y organizaciones no gubernamentales, con el fin de garantizar el principio de distinción de población civil de la militar, y el compromiso por parte del ejército de respetar los Derechos Humanos (DDHH) y el Derecho Internacional Humanitario (DIH). Este acuerdo nunca se llegó a cumplir, al contrario, aumentó la presencia militar a las veredas, convirtiéndose en frecuentes y cotidianas prácticas como las amenazas a niños/as con el objetivo de sacarles información, la utilización de las casas como refugio militar, la simulación de combates para aterrorizar la población o el hecho de "montar" campamentos al lado de las casas y de la escuela convirtiéndolos así en objetivo militar. Debido a esto, varias familias han quedado en medio de las balas entre la guerrilla y el ejército.

Debido a esta situación, desde hace ya dos meses, 84 campesinos/as de distintas veredas de la región (36 de los cuales son niños/as) se vieron obligados a huir de la zona y refugiarse a la escuela de Dolores, la cabecera municipal de la región.

Es por esto que el sindicato ASTRACATOL convocó a varias organizaciones sociales, campesinas y de DDHH (nacionales e internacionales) a una Misión Humanitaria por el respeto a la vida, los derechos humanos y la permanencia de los campesinos en su propio territorio.

A través de una visita a las distintas veredas que quedan en medio del conflicto, se pudo corroborar las denuncias de violaciones de los DDHH y el DIH que se venían dando: presencia militar al lado de las casas, evidencias de campamentos militares cerca de las viviendas e incluso de la escuela convirtiéndolos en objetivo militar; casquillos de balas y restos de bombas aéreas en zonas habitadas, pintadas del ejército con amenazas hacia la guerrilla en el interior de la escuela. Informaron también que un terreno próximo a las casas había sido minado por el ejército, imposibilitando así el paso de los campesinos por la zona.

Durante la Misión, se convocó una reunión con el Mayor de la Brigada Móvil del Ejército, otro Mayor del Ejército encargado de los DDHH (qué cinismo!), el alcalde de Dolores, Defensoría y Procuraduría del Pueblo, ASTRACATOL y otras organizaciones sociales, con el objetivo de encontrar una solución transitoria al desplazamiento forzado de las familias. Como era de esperar, no se acabó concretando nada, a parte del supuesto compromiso del Ejército de respetar los DDHH y el DIH. Nadie acabó asumiendo ningún tipo de responsabilidad, esfumándose así las esperanzas de las personas desplazadas de retornar a sus veredas.


Para consultar el Informe de la Misión Humanitaria, click aquí

dilluns, 27 d’octubre del 2008

(III) Bolivia: de la insurrección popular a la ofensiva fascista

La ofensiva fascista

Un poco de historia…

En un país donde, tanto en el tiempo colonial como en el republicano, la oligarquía y la burguesía nacional, así como algunos actores internacionales, han gozado siempre de sus privilegios, era de esperar una respuesta tan beligerante como la que, desde la entrada del MAS al gobierno, está mostrando la derecha en aquellos departamentos donde mantienen privilegios políticos y económicos, conocidos como la “media luna”: Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, principalmente.

Es en estos departamentos donde se concentran las principales reservas hidrocarburíferas de Bolivia y las élites económicas más importantes, además de ser la zona donde se encuentra la menor proporción de población indígena (aún así sigue siendo de entre el 10 y el 25%, oficialmente). Santa Cruz vemos que es la región más desarrollada gracias a la reconversión del paraíso del narcotráfico a ciudad de negocios, la más occidental y “blanca” y donde el discurso racista de tantos siglos se materializó en la invención del concepto de la “Nación Camba”, el cual se extendió al resto de departamentos de la “media luna” generando actitudes racistas hacia todo lo que fuera indígena y pobre, tanto en el altiplano como en el oriente.

En 2001, las élites santacruceñas crean el “Manifiesto de la Nación Camba” con un fuerte carácter separatista basado en la idea de la existencia de dos supuestas naciones en Bolivia: la camba y la kolla, esta última localizada en el altiplano y marcadamente indígena.

En el fondo, la idea de nación camba esconde la lucha por garantizar el statu quo en el que los empresarios y los terratenientes puedan seguir gozando de sus privilegios en un Estado occidentalizado y neoliberal, apropiándose de los recursos naturales de la zona.


Estructura y articulación de la derecha

La derecha ha creado toda una estructura teórico-práctica que le permite una buena articulación interna y formas de acción que neutralizan responsabilidades políticas. Los actores fundamentales del engranaje son: las élites económicas y los Prefectos departamentales, los medios de comunicación y ciertas agrupaciones civiles como los Comités Cívicos y la Unión Juvenil Cruceñista, ésta última en el caso de Santa Cruz.

Los Prefectos son cargos elegidos democráticamente y que deberían cumplir la función de administradores del Estado en los departamentos, aunque también forman parte del Poder Ejecutivo. Cabe mencionar que los departamentos en Bolivia no tienen prácticamente competencias propias.

Los Prefectos de la “media luna”, agrupados en el partido político PODEMOS, tienen un poder económico muy importante así como unos orígenes políticos poco democráticos, por llamarlo de alguna manera. Algunos son propietarios de tierras, empresarios; otros propietarios de grandes medios de comunicación, etcétera. Manfred Reyes[1], por ejemplo, estudió en la Escuela de las Américas y fue Ministro del dictador militar Bánzer.

Los Prefectos y las grandes élites económicas utilizan los grandes medios de comunicación (alguno de los cuales es de su propiedad) como herramienta para deformar la realidad y manipular la información en su propio beneficio. Ya desde antes de la subida de Evo Morales al poder, cualquier hecho sucedido que pudiera desenmascararlos lo tergiversaron en su favor, ocultando datos e inventando otros. Unitel es uno de los medios que más está contribuyendo a fomentar el racismo y el separatismo que promueven las élites de derecha. A parte de los medios nacionales, muchos de los medios de comunicación extranjeros contribuyen a crear un imaginario confuso y falso sobre la situación política y social en Bolivia, tildando, por ejemplo, a Evo Morales de dictador.

Los comités cívicos, se crearon ante la necesidad de mediación e interpelación en asuntos importantes ante los abusos de la corona, primero, y del gobierno republicano, más tarde. En su origen, funcionaron como correa de transmisión entre la sociedad y el Estado, aunque en la actualidad, su función se ha deformado de forma evidente. Se han convertido en heraldos de los prefectos, reproduciendo su discurso (interiorizado a través de los medios de comunicación) y, lo que es más importante, en el brazo ejecutor de ese discurso, junto a otras organizaciones “civiles” como la Unión Juvenil Cruceñista.

Esta organización, se creó para dar un total apoyo al comité cívico de Santa Cruz (Comité Pro Santa Cruz, el presidente de la cual es Branko Marinkovic, gran terrateniente y accionista de Unitel), declarándose apartidaria y con el lema “democracia, libertad y autonomía”.

El Comité Pro Santa Cruz se originó como respuesta a la revolución katarista de 1952 que llevó al poder al Movimiento Nacionalista Revolucionario. Se unió a la Falange Socialista Boliviana que creó la Unión Juvenil Cruceñista, para hacer frente a la revolución que, supuestamente, venía a afectar sus intereses.

Actualmente cuenta, según afirma la misma organización, con unos 160000 afiliados, solamente pueden ingresar varones de entre 14 y 35 años, albergan un “servicio de inteligencia” y es financiada por aportaciones de empresas y terratenientes.

Así es como se articula la estructura derechista en el oriente: los Prefectos se articulan con los comités cívicos y otras agrupaciones civiles encargándose estas del accionar en lo público. Es decir, son el brazo ejecutor de la “ideología”, los títeres de los grandes empresarios, terratenientes oligarcas y de la burguesía regional de estos departamentos. Estos últimos crean el discurso, los medios de comunicación lo reproducen, manipulan el discurso del gobierno y los movimientos sociales, y intenta interiorizarlo en la población. Después son ciertas agrupaciones cívicas las que se encargan de llevar a la práctica el discurso original.

Estas formaciones “civiles”, se han organizado como “grupos de choque” de la derecha, han intervenido y destruido oficinas públicas y medios estatales, han quemado casas de constituyentes, lanzado granadas contra un concejal del MAS y apaleado otros y, como veremos más adelante, han sido los protagonistas de la violencia directa y la humillación hacia indígenas, dejando atrás muertos y muchos heridos.


Estrategia de la derecha

Antes de contar algunos de los episodios más lamentables y repudiables de violencia fascista, cabe señalar algunos de los procesos políticos de oposición que han ejercido ante el proceso de cambio de Evo Morales.

  • En 2003, después de la Guerra del Gas y paralelamente a la demanda de la Agenda de Octubre, estas élites del oriente presentan su propia “Agenda del Oriente” con la intención de neutralizar la Agenda de Octubre de los movimientos sociales. La Agenda del Oriente está basada en la idea de la nación camba y piden un proceso autonómico para los departamentos de la “media luna”. A partir de aquí, la demanda de la autonomía departamental pasa a ser el eje central de las reivindicaciones de los departamentos del oriente.
  • Guerra mediática contra el gobierno de Evo utilizando sus Medios de Comunicación y manipulando información.
  • Oposición a la Asamblea Constituyente pidiendo la aprobación de ésta a partir de los 2/3 de los votos. Cuando esto fracasa declaran ilegal la propuesta de Constitución, boicoteándola.
  • Evo propone un Referéndum Revocatorio para decidir su continuidad en el poder y la continuidad de los prefectos de los distintos departamentos. Los prefectos de la media luna lo declaran inconstitucional y a pesar del esfuerzo que hacen para que no se celebre, en el último momento se ven obligados a aceptar la revocatoria de prefectos. Aun así el día del referéndum (10 agosto) boicotean las urnas y manipulan los resultados electorales. No obstante, el MAS sale reforzado y de los prefectos de derecha salen el de La Paz, Oruro y Cochabamba.

Esta estrategia ha sido diseñada y promovida por el recién destituido embajador de los Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg. Este “diplomático”, entre 1994 y 1996, fue jefe de la Oficina del Departamento de Estado para Bosnia durante la guerra de los Balcanes, promoviendo la violencia en la región. Y entre 2004 y 2006 volvió como jefe de Misión en Pristina (Kosovo), consolidando la separación de la región. Todo un experto en materia de desestabilizar gobiernos y promover la división de estados atizando la violencia separatista.

Goldberg, des de 2006, se estuvo reuniendo con los prefectos de los departamentos del oriente así como con Branko Marinkovic (predidente del Comité Pro Santa Cruz, terrateniente y accionista de Unitel), incluso en los EEUU y con congresistas de este país, preparando el Plan Golpista que debía tumbar el gobierno del MAS. Es a partir de estas reuniones que la derecha se radicaliza en sus medidas de presión e inician una toma violenta de varias instituciones del Estado como Impuestos Internos, Instituto Nacional de Reforma Agraria (lugar donde se quemaron muchos documentos sobre repartición de tierras ilegales y tierras arrebatadas a pueblos indígenas), Empresa Nacional de Telecomunicaciones, y comisarias de la policía y las fuerzas armadas, etc.

A pesar de los intentos golpistas, no consiguen derrotar al gobierno de Evo Morales. Aún así, EEUU continúa teniendo muchos intereses económicos en el oriente boliviano y continúa ejerciendo influencia en los prefectos de la “media luna”.


Fascismo descontrolado. El caso de Cochabamba, Sucre y Pando

A continuación se relatan tres casos de violencia extrema que han perpetrado los grupos derechistas afines a los Prefectos de la “media luna”: el 11 de enero de 2007 en Cochabamba y el 24 de mayo y el 11 y 12 de septiembre de 2008 en Sucre y Pando.

En Cochabamba, des del 4 de enero, los cocaleros del Trópico y otros campesinos de la zona se asentaron en la plaza de la capital cochabambina como protesta ante la decisión del Prefecto Manfred Villa de secundar el proyecto “autonomista” de la “media luna”. A esta protesta, en los días posteriores se fueron sumando sectores populares urbanos y rurales, copando por completo la plaza y las cuadras de los alrededores. Este hecho fue extendiendo el racismo de parte de la población “con aspecto camba”. Los ánimos se fueron calentando a partir del 8 de enero, cuando la Prefectura intentó el desalojo de los protestantes por la fuerza y estos quemaron y saquearon parte del edificio central de la prefectura.

El 11 de enero, fue convocada una manifestación des de los sectores más acomodados de la ciudad contra los “cocaleros destructores y anti-democráticos”. En la marcha, a pesar de la convocatoria pacífica de los convocantes, se repartieron bates de baseball, palos de madera y otros objetos contundentes por parte de grupos coordinados del Comité Cívico y con apoyo tácito de la Prefectura. Después de la batalla campal en las calles de Cochabamba, el resultado fue de dos muertos: un cocalero de la zona tropical por impacto de bala en el corazón y un estudiante de 16 años que fue secuestrado del hospital donde lo atendían de las heridas para ser colgado de un árbol; además de varios heridos.

Manfred Reyes se retiró rápidamente a Santa Cruz, donde se victimizó declarando que se trataba de una “conspiración contra los derechos humanos y la democracia” y viajó a Estados Unidos para quejarse ante diversas organizaciones internacionales de derechos humanos, tergiversando los hechos.

Por lo que se refiere a los sucesos de mayo de 2008 en Sucre no encontramos adjetivos para calificar la humillación y la persecución de los campesinos indígenas por parte de los llamados cívicos. El día 24, centenares de campesinos de las zonas rurales de Chuquisaca (departamento, capital del cual es Sucre), acudieron a la capital para recibir al presidente Morales que había convocado un acto en el estadio para la entrega de unas ambulancias destinadas a las áreas rurales. A pesar de que tanto la Prefecta como el Comité Cívico (y otros grupos afines, como un sector de los estudiantes universitarios) anunciaron que el presidente no sería recibido y que impedirían su llegada a Sucre, los campesinos se agruparon en el estadio para recibir a éste. Una turba de jóvenes dirigidos por el Comité Cívico y políticos de la prefectura iniciaron una persecución de indígenas y campesinos allanando viviendas donde se alojaban, persiguiéndolos y golpeándolos hasta llegar a capturar a 18 de ellos los cuales desnudaron de cintura para arriba y llevaron a la plaza principal de Sucre donde fueron humillados, obligándolos a gritar consignas contra el gobierno del MAS y a besar la bandera de Sucre.

Durante los sucesos, tanto la policía como el ejército se retiraron de la zona de conflicto, después de ser agredidos también por los grupos afines a la Prefectura, y después de recibir órdenes de la presidencia, con la intención de evitar muertos, dejando Sucre sin policía durante unos días. Finalmente, el resultado de la barbarie fue de 50 campesinos y siete universitarios heridos y sin ninguna detención firme.

Por último, los sucesos en la provincia de El Porvenir, Pando (frontera con Perú y Brasil) vienen a confirmar las hasta entonces suposiciones, de la creación de grupos paramilitares de derecha para desestabilizar el gobierno del MAS.

Durante el 11 y el 12 de septiembre, grupos paramilitares (entre ellos se identificaron a peruanos y brasileños) perpetraron una matanza de hasta 30 campesinos, varios heridos y decenas de desaparecidos, con la colaboración de la Prefectura de Pando en el transporte de los paramilitares y las armas en sus volquetas. Una vez armados, estos grupos iniciaron emboscadas a indígenas y campesinos, quienes se tuvieron que tirar al río para evitar los impactos de bala. Horas más tarde fueron apareciendo los cuerpos sin vida.

Cabe resaltar que estos tres casos se tratan de acciones planificadas estratégicamente por la oligarquía del oriente, utilizando a los Comités Cívicos y demás grupos de apoyo para conseguir tumbar al gobierno del MAS y mantener sus privilegios.


Algunas reflexiones…

Después de hacer un repaso de los aspectos más relevantes que han marcado los últimos años en Bolivia, vemos que la situación actual de este país es compleja y “complicada”, debido principalmente al fascismo y al racismo que promueven los grupos de derecha de las provincias del oriente.

Evo Morales y el gobierno del MAS están llevando a cabo una estrategia de esperar y no intervenir de forma violenta ante los casos de violencia por parte de la derecha, para evitar muertos en enfrentamientos y que estos puedan ser utilizados por la derecha para obligar a Morales a dimitir.

Según nuestra percepción y después de haber visto y vivido algunos de estos procesos recientes, vemos una falta de articulación real de los nuevos movimientos sociales para dar respuesta a esta derecha cada vez más organizada. Muchos de los movimientos sociales que antes eran autónomos, con la subida de Evo Morales al gobierno pasaron a apoyar y formar parte del proceso cambio, cosa que implicó una falta de independencia y autonomía a la hora de tomar decisiones y pensar una estrategia para confrontar la derecha, tanto por lo que hace a impedir el avance de esta como por lo que hace a proponer alternativas viables.

A pesar de esto, cabe destacar que gran parte de la población esta sensibilizada y concienciada del peligro que suponen estos grupos, y hay gente muy implicada en proyectos y acciones contundentes para contrarrestar este fascismo organizado.

Por otro lado, y desde nuestra visión occidental (que a menudo dificulta entender procesos políticos y sociales en regiones con una historia y una realidad completamente distinta a la nuestra), vemos que la ficción del Estado es especialmente palpable en Bolivia, un país donde conviven (en conflicto permanente) las formas de organización políticas y culturales de los pueblos originarios con las formas de organización de la estructura del Estado moderno.

En Bolivia, los/las quechuas representan un 40% de la población, los/las aymaras el 30% y cerca del 10% suman las diferentes etnias originarias de la zona oriental. El hecho que haya un 80% de población indígena es clave para entender el conflicto que desde hace siglos se está llevando en el país. Vemos, por un lado, una resistencia por parte de los pueblos originarios a mantener “lo propio” y, por otro lado, un intento de integrarse al sistema capitalista y neoliberal global, especialmente por parte de las élites del oriente.

En este contexto, Evo Morales y el gobierno del MAS se encuentra al medio de la encrucijada; por un lado, apostando por el reconocimiento de los pueblos originarios, indígenas y campesinado, y por otro lado, apostando por la construcción de un Estado fuerte y omnipresente. Esta construcción del Estado, debido a su fuerte presencia, no deja lugar a las formas de organización social y política indígena.

Está por ver cómo evoluciona el conflicto en Bolivia en los próximos años. Pero creemos que es mucha la resistencia y las luchas que vienen protagonizando, desde hace siglos, los pueblos originarios en esta región, y es mucha la rabia contenida durante tantos años de represión y sometimiento a otras formas de pensar, de organizarse y de ver el mundo y son muchos/as las que están dispuestas a resistir, a luchar y a no dejarse vencer.



[1] Manfred Reyes se retiró de la prefectura en agosto de 2008 después de perder el referéndum revocatorio.

dissabte, 18 d’octubre del 2008

(II) Bolivia: de la insurrección popular a la ofensiva fascista

El gobierno del MAS y el proceso de cambio


La “recuperación” de los RRNN y el IDH

Como vimos, los recursos naturales fueron el centro de gravedad de la campaña electoral de 2005 y consecuentemente la primea acción de gobierno de Evo Morales. La propuesta de éste era la de “nacionalizar e industrializar sin confiscación” los hidrocarburos. Ahora bien, el MAS proponía la recuperación de los hidrocarburos mediante la reinserción de la empresa estatal a la industria i la renegociación con las compañías extranjeras por conseguir una condiciones más favorables para Bolivia, distanciándose así de las posiciones más radicales que apostaban por el confisco de las empresas directamente.

El Decreto en materia de hidrocarburos que ejecutó Morales se centraba en cuatro puntos: reafirmar la propiedad del Estado sobre los recursos hidrocarburíferos a través de un YPFB reconstituido; aumentar los ingresos gubernamentales por hidrocarburos renegociando contractos de exploración y explotación; encontrar nuevos mercados de exportación y negociar precios más elevados con Argentina y Brasil; y por último, aplicar una política de industrialización que permita a Bolivia utilizar su gas para productos como la electricidad.

Por lo que se refiere a la reconstitución de YPFB, es necesario recuperar el control de las 3 empresas capitalizadas que tenían control sobre exploración y transportación a YPFB, y de dos empresas privadas que compraron instalaciones. El gobierno tendría que tener la mayoría de acciones a cada una de las 5 empresas, cosa que Morales no ha hecho ni va por el camino de conseguirlo. Aún así, si lo consiguiera tendría el control sobre una pequeña parte de las reservas del país, y Repsol, Total y Petrobrás manejarían el 83% del gas boliviano y el 86% de las reservas de petróleo. De la misma forma, con el resto de objetivos del decreto sobre hidrocarburos, Morales no ha conseguido por el momento lo que se proponía, cosa que ha sido altamente criticada por los movimientos sociales que lo apoyaron. A pesar de no ser un decreto para nada “revolucionario”, por el momento muchos objetivos han quedado aplazados, en parte, debido a la falta de recursos económicos, y sobretodo, debido a los intentos por parte del gobierno de renegociar y “contentar” tanto a las empresas extranjeras como a la oligarquía boliviana.

Cabe aquí mencionar acerca del IDH (Impuesto de los Hidrocarburos), ya que es de capital importancia para comprender la oposición de confrontación de la derecha en los departamentos donde se extraen recursos hidrocarburíferos. El año 2005, antes de la apresurada salida a Estados Unidos de Sánchez de Lozada, éste había creado un nuevo impuesto sobre los hidrocarburos con el objetivo de presupuestar las Prefecturas de los Departamentos, suma importante de dinero a pesar que éstas nunca han tenido competencias relevantes. Con la “nacionalización” el ingreso en los departamentos por el IDH debía aumentar en más del doble, pero esto nunca sucedió, ya que el IDH se utilizó para sufragar la “Renta Dignidad”, caballo de batalla del MAS. Esta renta es pagada, indefinidamente, a todas las personas mayores de 60 años. Como veremos, los Prefectos no estaban dispuestos a peder tan suculento ingreso y harían de este hecho otra arma más para tumbar al gobierno de Morales.

Otras acciones políticas enmarcadas en el procesos de cambio impulsado por Evo y el MAS son el “Bono Juancito Pinto” (ayuda al estudio), “Gastos Reservados Cero”, “Plan de alfabetización para adultos” (con ayuda cubana y venezolana), el inicio de la “Revolución agraria”, etc. Pero sin duda, uno de los hechos mas importantes fue la elaboración de una nueva Constitución Política de Estado a través de la creación de la Asamblea Constituyente.


La Asamblea Constituyente

Otro punto esencial de la “agenda de octubre” fue la de crear una Asamblea Constituyente que se encargara de la redacción de la Nueva Constitución Política del Estado (CPE).

Ya des de un inicio, la formación de la Asamblea encontró en los partidos tradicionales y especialmente en la derecha un beligerante rechazo. Así, el gobierno se vio obligado a consensuar la Ley Especial de Convocatoria a la Asamblea Constituyente (a un mes de gobierno del MAS) mutilando las exigencias que los movimientos sociales imponían al gobierno. Estos, junto al MAS, preveían la participación de las organizaciones sociales rurales y urbanas mediante la elección directa de representantes. Finalmente, con la concesión del gobierno, los movimientos sociales quedaron fuera del teatro de la democracia y, además, consiguieron que – mediante aritmética electoral – de los 255 constituyentes nunca hubiera 2/3 de las fuerzas de izquierda, cantidad necesaria para la aprobación del texto constitucional[1].

Como veremos más adelante, la oligarquía y la derecha parlamentaria han tenido – y tienen – una oposición de confrontación, de choque si se quiere, ante la nueva CPE. Primeramente, con la cuestión de los 2/3 y después incluyendo en la agenda política el tema de la capitalidad[2]. A pesar de los intentos de este sector para hacer fracasar el nuevo texto, no presentándose el día de las votaciones, éste fue aprobado “a lo grande” el 24 de noviembre de 2007 en Sucre por 146 constituyentes y el 9 de diciembre en Oruro fue aprobado “en detalle y revisión” por 164, superando esta segunda oportunidad los 2/3 necesarios. Ahora bien, qué fue lo que pasó entre el 24 de noviembre y el 9 de diciembre para lograr los votos necesarios para la aprobación de la CPE? Obviamente se “revisaron” algunos “detalles”. Además, nos cuentan personas que participaron directamente en la discusión y redacción del texto que este no es exactamente igual al aprobado en Oruro[3]. El pueblo habla y los despachos políticos deciden. Así es la democracia.

Pero qué es lo que dice esta nueva Constitución que tanto la izquierda como la derecha la tildan de “rEVOlucionaria”? Lo cierto es que de revolucionaria no tiene mucho, por no decir nada: sigue el patrón de cualquier otra Constitución, ya sea de Europa o de otros países de América Latina. Aún y así, le reconocemos dos aspectos: en primer lugar, la presencia tangencial, en todo el texto, de los pueblos originarios: uso de la tierra comunal, autonomía indígena, etc. En segundo, la forma en cómo se redactó es bastante más participativa – a pesar de las trampas impuestas – que muchas constituciones políticas de Europa y de América Latina.

El proceso sigue abierto, en diciembre está previsto un doble referéndum para, de un lado, definir la superficie máxima de la tenencia de la tierra (5000 o 10000 hectáreas) y, del otro, aprobar y permitir que entre en vigor la nueva Constitución.


El gobierno y los movimientos sociales

La relación entre Evo Morales y el MAS (Movimiento Al Socialismo) y los movimientos sociales, es una relación muy estrecha y a veces hasta difuminada. Por un lado, Evo Morales había sido durante muchos años – y hasta hace unos meses – dirigente del Sindicato de Cocaleros del Yungas, que junto a la COB (Central Obrera Boliviana, la mayoría son mineros), son los más combativos del país. Además, el MAS surge durante el ciclo rebelde, como contrapartida de los partidos políticos tradicionales. Por otro lado, algunos integrantes del partido, como el vicepresidente Gacía Linera, fueron guerrilleros del MRTK (Movimiento Revolucionario Tupac Katari) en los años 60-70. Es decir, surge des de los movimientos sociales, o al menos, como consecuencia del accionar de estos.

Esto explica como, cuando sale elegido presidente en 2005, Morales y el MAS cuentan con el apoyo de parte importante de los movimientos sociales bolivianos. Cabe destacar que el carácter indigenista de Evo, junto con las propuestas del MAS de desarrollar políticas más participativas y poner un especial énfasis en las políticas dirigidas a campesinos, indígenas (que es la mayoría del país) y, en general, a las personas más excluidas y olvidadas por los anteriores gobiernos, han llevado a una casi idolatrazación de Evo Morales, convirtiéndose así en un especie de ídolo nacional para los simpatizantes del MAS (no así de los movimientos sociales, los cuales son más críticos con el gobierno). Al mismo tiempo, pasó a ser el enemigo de los terratenientes y de las élites económicas y políticas del país, quienes vieron peligrar sus privilegios.

Como acostumbra a pasar en el ámbito político, “del dicho al hecho hay un trecho” y, a pesar de las buenas intenciones de Evo Morales, el poder - determinado ya de antemano - y las estructuras del capital-Estado imposibilitan y dificultan, a la práctica, la realización de cambios significativos, cosa que generó la crítica de parte de los “masistas”, quienes empezaron a exigirle al gobierno cambios reales.

Actualmente, nos encontramos con que mucha de la gente que “apoya” al gobierno no son “masistas” ni apoyan a Evo Morales, sino que están con el proceso de cambio. Para muchos/as apoyar al gobierno de Evo Morales es más una estrategia de empoderamiento y una forma de poder ser escuchado/a, además de una estrategia para desplazar la creciente derecha boliviana.


[1] Esto era una distorsión de la realidad en el Parlamento, donde el MAS y sus aliados agrupaban esos 2/3 y que en la Constituyente tan solo representaban el 55%
[2] Sucre, a pesar de ser la capital constitucional del Estado, tan solo alberga el poder judicial. Tanto el poder ejecutivo, como el legislativo está ubicado en La Paz. Esta confrontación por la capitalidad plena se remonta a tiempos de la creación de la República, aunque en los últimos años estaba bien latente.
[3] Por citar un ejemplo, el “matrimonio entre dos personas”, después de pasar por despachos políticos, se queda en “matrimonio entre un hombre y una mujer”.

dilluns, 13 d’octubre del 2008

(I) Bolivia: de la insurrección popular a la ofensiva fascista

Hablar de la situación política actual de Bolivia hoy, no es tarea fácil. Se trata de una coyuntura compleja en la que intervienen varios actores debido, sobretodo, a un contexto social y político que en los últimos ocho años ha marcado la historia de este país, así como de toda Latinoamérica.

De este modo, y para hacer el texto comprensivo – y permitir comprenderlo nosotras mismas – vamos a contextualizarlo a partir de las movilizaciones de 2000 a 2005, período conocido como el “ciclo rebelde” y la llegada al poder del MAS y Evo Morales. Veremos también en qué se está materializando el llamado “proceso de cambio”, para poder comprender la respuesta que la oligarquía del oriente del país (autodenominada “media luna”) está dando con importantes tintes fascistas.


El Ciclo Rebelde (2000-2005): de las guerras del agua y el gas al triunfo electoral del MAS

El inicio del segundo milenio trajo consigo la explosión de toda la rabia contenida durante tantos años. Y como suele suceder, es una chispa la que desencadena la revuelta.

La vorágine neoliberadora que en los años 90, en gran parte del mundo, tiene como consecuencia la privatización de cada vez más recursos – entre ellos los capitales, y como no, los naturales – toca a Bolivia de lleno. El gobierno de Hugo Bánzer[1], siguiendo las nuevas doctrinas económicas dictadas por el FMI y el BM, decide entregar el sistema de provisión de agua del departamento de Cochabamba a la subsidiaria de una gran corporación estadounidense y aprobar una ley a partir de la cual podía dar el control del sistema rural de agua a esta misma corporación. Todo esto en un país donde el agua potable es escasa y en ciertos lugares hay que ir a buscarla con baldes o garrafas a las fuentes o al río; y donde parte de las zonas rurales (especialmente las comunidades indígenas del altiplano) no disponen todavía del elemento básico para la vida y las que tienen sistema de agua potable es porque ellas mismos han construido las canalizaciones.
De esta manera, se privatiza el servicio de agua de Cochabamba y la concesión queda a cargo de Aguas del Tunari perteneciente a la multinacional Bechtel. La primera gestión de esta nueva S.A. es el incremento de la tarifa hasta un 100% sin ningún tipo de justificación.

Entonces, la revuelta se inicia cuando a los usuarios del servicio de agua potable les llega la primera factura de la nueva compañía y observan el desmesurado incremento de la tarifa. La gente, organizada en la Coordinadora por la Defensa del Agua y de la Vida toma las calles como medida de protesta, acción que sería duramente reprimida por los militares. Hasta en tres ocasiones se cortaron los accesos a la ciudad con bloqueos y huelga general entre enero y abril de 2000. El resultado de la represión fue de un muerto de bala, unos 100 heridos/as y varias personas encarceladas (entre ellas representantes de la Coordinadora).

Las consecuencias de esta primera insurrección son varias. En primer lugar, se consiguió que la empresa Betchel huyera de la ciudad, devolviendo el sistema de provisión de aguas a manos públicas, y se consigue derrocar la discutida ley. Pero también crea un precedente histórico para futuras movilizaciones.

Durante los años que siguen, se suceden incontables protestas contra el gobierno, pero es en octubre de 2003 cuando la insurrección popular cobra mayor alcance, desencadenando la llamada Guerra del Gas.

En Bolivia, como en gran parte de Latinoamérica, los recursos naturales – y especialmente los hidrocarburos – siempre han estado en manos de corporaciones extranjeras. En Bolivia, la llamada “capitalización” de este recurso fósil dejaba en las arcas del Estado tan solo el 18% del total de activos de YPFB[2], así que gran parte de los beneficios que se obtenían de la segunda reserva más grande de Sudamérica, no se quedaban en el país. Es en este contexto que el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, “Goni”, propone la venta de gas barato a Estados Unidos a través de Chile – histórico rival de Bolivia – provocando las protestas que conseguirían la huida del presidente del país.

Con esto y en un contexto de descontento social por una fuerte crisis económica, las protestas se fueron incrementando y extendiendo: El Alto, Oruro, Potosí, ... des de las zonas rurales del altiplano se bloquearon los accesos a La Paz y los mineros ya marchaban hacia allá. Entonces, el gobierno ordena a los militares despejar por la fuerza las rutas para garantizar el subministro de combustibles los cuales no dudan en usar armas de fuego contra la población “armada” con palos y hondas. Esta desproporcionada represión comienza a dejar varios muertos por bala lo que provoca mayor indignación y acrecientan las protestas, especialmente en El Alto. El vicepresidente del gobierno, Carlos Mesa, ante la carnicería que estaba provocando su gobierno, decide renunciar y distanciarse de Goni. Mientras, la clase media, intelectuales y la elite boliviana comienzan a unirse a las protestas, pidiendo la dimisión del presidente y empiezan ha haber las primeras distensiones entre militares y policías.

Por otro lado, la administración Bush, a través de su embajador en Bolivia, da su pleno apoyo al presidente, de la misma manera que se posiciona la OEA[3] a favor de éste. Quedan claros los alineamientos internacionales a favor de la “democracia” aunque sea matando a manifestantes.
Finalmente, el 16 de octubre se convoca a una marcha en La Paz que aglutina a unas 300000 personas y crece la agitación, las huelgas de hambre, así como la presión internacional ante embajadas.

Al día siguiente, llegaba la renuncia del presidente por fax y las televisiones del país muestran la pantalla dividida en dos partes: en una, el avión que transportaba a Sánchez de Lozada a su refugio político en Estados Unidos, y en la otra, aparecía Carlos Mesa invistiéndose como nuevo presidente de Bolivia.

La Guerra del Gas tubo diversas consecuencias de consideración. Por un lado, la represión dejó tras de sí 67 muertos y centenares de heridos (la mayoría de ellos por balas de la policía y el ejército). Por el otro, la consecuencias políticas: la destitución – o más bien, la huida – del presidente, la promesa del cumplimiento de la llamada agenda de octubre[4] y un fortalecimiento de los movimientos sociales de Bolivia, que cobraran una gran importancia en los años venideros a la vez que un desgaste de los partidos tradicionales que habían caído en descrédito.

Carlos Mesa traicionó la agenda de octubre aprobando una nueva ley de hidrocarburos que nada tenía que ver con las demandas originadas en la Guerra del Gas (ley dictada bajo la amenaza del FMI de retirar ayudas), así que presenta su dimisión en dos ocasiones, la última aceptada por el Congreso y dejando al país sin presidente. Mientras políticos y magistrados debatían quién sería el sucesor de Mesa, las calles de las ciudades de Bolivia, de nuevo, se inundaban de gente exigiendo que ninguno de los dos políticos que podían “heredar” el poder lo hicieran; era un “no” rotundo a los partidos tradicionales.

Con el pueblo en las calles otra vez y por tal de evitar otro conflicto que amenazaba con mucha más violencia, finalmente, se convocan elecciones para diciembre de 2005. El debate en estas elecciones se centró entorno a la “nacionalización” del gas, entendiendo cada partido la nacionalización a su modo. Final e inesperadamente, Evo Morales, del Movimiento Al Socialismo (MAS) gana las elecciones con una amplia mayoría del 54% (en las de 2002 tan solo obtuvo un 2% de los votos), convirtiéndose así, en el primer presidente indígena de Latinoamérica.


[1] Bánzer había gobernado ya del 1971 al 1978 a través de un Golpe de Estado y fue elegido presidente años después, en 1997 con un 22% de los votos.
[2] Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia, subsidiaria de la corporación española Repsol YPF. Primero fue la plata de Potosí y luego los hidrocarburos...
[3] Organización de Estados Americanos
[4] La agenda de octubre constaba de cuatro iniciativas: un referéndum sobre la venta del gas, la modificación de la ley de hidrocarburos de Goni, una revisión del proceso de capitalización y una convocatoria a una asamblea constituyente.

dissabte, 23 d’agost del 2008

Contra el asistencialismo, por una solidaridad de igual a igual

El capitalismo como sistema económico, social y político, es decir, como un sistema que penetra y atraviesa todos los rincones de nuestras vidas, es excluyente en eséncia. Escupe fuera de él todas aquellas personas que le son innecesarias, sobretodo en el ámbito económico-productivo; este es, el excedente de fuerzas productivas. El capitalismo es, en síntesi, generador de pobreza y exclusión social.

Paseando por las calles de grandes ciudades como Buenos Aires, Montevideo o Santiago y especialmente en La Paz, es habitual tropezarse con personas que, en cualquier esquina, tienden la mano hacia arriba esperando que les caiga alguna moneda. Mujeres, hombres, niñas, ancianos, todas bajo la misma condición de extrema pobreza y exclusión.

Todo este sector de gente, que en Bolivia no es poco, a nuestro entender no deja de ser sinó una consecuencia directa del sistema económico neoliberal que, de distintas formas, opera en la gran mayoría de regiones del planeta.

Ahora bién, cúal es el motivo, causa o razón de que esta gente pueda sobrevivir de la caridad? por qué le dan esta salida a su pobreza? Seguramente, en primer lugar, se trata de una salida "cómoda" a su problemática, teniendo en cuenta que su exclusión les impide cualquier participación "formal" en el mismo sistema que les ha llevado a esta situación de pobreza.

Hay una diferencia sustancial entre el hecho de pedir y el hecho de, de forma consciente y voluntaria, no entrar en los parámetros establecidos del trabajo-consumo, parámetros que el sistema impone como únicos y válidos. En este sentido, vemos totalmente digno y respetable la opción del no-trabajo como una forma de lucha, propuesta y transformación y/o cambio social del sistema en el que estamos immersos/as.

Por lo que se refiere al hecho de pedir caridad y a la pregunta que nos formulábamos sobre qué hace que una persona pueda sobrevivir con esta práctica, entendemos que se trata de una relación recíproca en la que el hecho de pedir tiene que ir necesariamente acompañado del hecho de dar. Y estas acciones las atribuímos a la influéncia de ciertas creencias religiosas que predican la caridad y así mismo entienden de forma meritocrática que si alguien es pobre es porque Dios así lo quiere.

Hay casos en que la caridad se institucionaliza y se naturaliza incluso en el seno de las propias empresas capitalistas, que son el instrumento del capitalismo para generar la misma pobreza y exclusión social. Resulta sorprendente y paradójico ver como en várias cadenas de supermercados en Argentina y en Chile - pero también en Europa - en vez de devolverte el cambio de la compra te "ofrecen" destinarlo a sus propias fundaciones de ayuda a la pobreza.

Vemos también el caso de las cajas de ahorro que estan obligadas a destinar un porcentage de sus beneficios a proyectos sociales, con el supuesto objetivo de paliar las desigualdades sociales que ellas mismas generan.

El hecho de que las mismas empresas/instituciones que reproducen la pobreza y la exclusión sean las que supuestamente contribuyen a "ayudar" a la gente más necesitada, a eso le llaman humanizar el capitalismo.

Las consecuencias de este asistencialismo son que la gente que da tiene la conciéncia tranquila, y la gente que pide-recibe se acomoda en tener muy mínimamente algunas de las necesidades básicas cubiertas sin ir más allá. Este es también el mismo patrón que utilizan las ONG's en un esquema de división global norte-sur.

Tanto el pedir-dar en la calle como la institucionalización de esta caridad no deja de ser una "solución" individual a un problema colectivo y estructural que no hace más que perpetuar la misma pobreza, atomizando a los individuos para evitar una acción conjunta que vaya a la raíz del problema, es decir, impidiendo una respuesta radical.

Nos quedamos de piedra cuando una amiga de Buenos Aires nos comentó que paseando por las calles de esta ciudad escuchó de una mujer que estaba con su bebé pidiendo en la calle: "me tendré que buscar a alguien que me de un hijo porque con este ya no me dan nada".

Creemos que el asistencialismo, aparte de perpetuar y reproducir la pobreza existente, impide que sean los propios oprimidos/as las que se organizen y busquen sus propias estratégias para luchar contra el enemigo que las oprime.

Con eso, no estamos de acuerdo y no fomentamos ni compartimos la idea que "a los pobres dejémoslos en paz que ya se solucionarán sus problemas". En ese sentido, creemos que la solidaridad fraternal (de igual a igual) es una arma que puede ayudar a romper el círculo vicioso que genera el actual sistema capitalista neoliberal. De lo que se trata, pués, es de conocer las distintas realidades, intercambiar, apoyar y solidarizarse entre los/las oprimidas desde la quotidianidad y el dia a dia.

dijous, 17 de juliol del 2008

El conflicto mapuche visto desde dentro. Entrevista a un integrante del CAI

Durante el tiempo que pudimos compartir con la Comunidad Mapuche Quintupuray y todas las individualidades y colectivos que apoyaban a ésta en el marco de la recuperación de su territorio ancestral, entrevistamos a Chacho Liempe, integrante del Consejo Asesor Indígena (CAI).

Éste nos cuenta las consecuencias de la guerra llamada “La Conquista del Desierto” de 1879, momento en el que el pueblo mapuche pierde la autonomía que había conseguido manterner al expulsar a los colonizadores españoles. Chacho habla también, y sobretodo, de cómo se originó la primera organización en defensa de los intereses mapuche en Puelmapu (Argentina) después del fin de la dictadura militar. Finalmente nos habla de cúal es su visión sobre el futuro del pueblo mapuche.


El fin de la guerra y sus consecuencias

El 1879 se inició lo que se conocería como “La Conquista del Desierto”, guerra de exterminio en la que el Estado argentino sometió al pueblo mapuche que había permanecido libre hasta ese momento. Las batallas se libraron hasta 1885 más o menos, hasta que las tropas del general Roca pudieron acabar con los levantamientos.

Chacho destaca una de las causas por la que el pueblo mapuche fue sometido a esa guerra de exterminio:

“Ellos empezaron a utilizar armas de repetición y otros elementos avanzados. La diferencia que en esos momentos había de la alta tecnología, de armas que utilizaban, como fusiles, es una terrible diferencia comparado con las flechas la lanza y la utilización del caballo.”

Cuando le preguntamos cómo se desarrolló la guerra y la materialización de la misma, nos cuenta…

“Se apropian del territorio, se busca completar el exterminio, se buscan los lonko, los jefes y otras personas importantes en la cultura nuestra que son las machi. El Estado, en eso participó como en todos lados, en combinación con el ejército y la iglesia católica. Acusaban a las machi de brujas y las mataban. Igual hicieron con los ancianos que tenían todo el conocimiento de nuestra cultura – que es oral."

Y da cuenta de la importancia que tubo el obligado asentamiento de las comunidades que hasta entonces eran nómadas:

“Nuestro pueblo era nómada, se andaba todo el territorio y de ahí que no exista el sentido de propiedad privada. Nosotros tenemos un concepto completamente distinto al pensamiento del capitalismo y de occidente. Nosotros pertenecemos al territorio. Ninguno de nosotros no es dueño de tal pedazo de tierra.

“El Estado buscó e impuso el asentamiento; se apropió de nuestro territorio dando un reconocimiento precario de ocupación y de esta manera se arrogó la propiedad [...] instalaron puestos de comercio donde les vendían la mercadería a cambio de la lana, de los cueros, ... así que rápidamente fueron haciéndose ricos con la protección del Estado, de los jueces, comisarios,… Todos estaban para proteger a estas personas. La gente nuestra no podía ni hablar, se prohibió la lengua y se exigía hablar el español, el castellano.

“Yo de muy chico, a los 9 o 10 años, vi cuando le sacaban el campo a mi abuelo embargándole por una tranza comercial, o sea “me debes tanto por la mercadería que le vendí así que si no tiene para pagarme me tiene que entregar el campo o tantos animales”. Esto era natural, después venía la policía, los desalojaban, tiraba la casa abajo y armaba alambrado. No tenían protección. Yo en esa edad vi eso y sufría mucho, porque entendía pero no sabía como hacer para aportar.”


A partir de aquí, el Estado promueve un proceso de discriminación que hasta el día de hoy perdura:

“Pasó mucho tiempo de silencio, y todo eso sufrieron nuestros mayores y muchos de nosotros. Yo tengo ya casi 60 años, así que nos tocó vivir la discriminación, que todavía existe, discriminación guardada en silencio.

“Yo hasta los 18 años no sonreía, ahora no sonrío mucho tampoco pero... (risas) No se si era odio, pero era... puedo decir rechazo al rechazo. Todo el rechazo que me producían les respondía también con rechazo. Yo he buscado sentimiento de odio en mi corazón y nunca lo encontré y no lo encuentro, no puedo incorporarlo, no se... algunos piensan que a veces hace falta, tal vez en algunos momentos sí pero a mi en este momento no. Mi pelea es de pensamiento, de sentimiento, todo el sentimiento que tengo y tenemos en la vida, nada más que esto."

Pero poco a poco, parte de esa generación fue adquiriendo conocimientos y empezaron a comprender el funcionamiento de los engranajes del sistema que los oprimía. Aunque algunas organizaciones mapuche hoy en día no lo vean así, Chacho identifica claramente el enemigo:

“El Estado argentino, más allá que se les pongan los pelos de punta a varios, sigue siendo nuestro enemigo. Estamos prisioneros del Estado Argentino y del Estado Chileno. El Estado, los gobiernos, son las instituciones que legislan y protegen y generan condiciones en beneficio del capital. Y eso lo sabemos por experiencia, lo entendimos después con más elementos teóricos, pero primero lo vimos por experiencia.”

El Consejo Asesor Indígena como herramienta de lucha

Chacho forma parte del CAI desde sus inicios. Nos cuenta acerca del contexto sociopolítico que se vivía una vez terminada la dictadura militar:

“Pasa el tiempo y con los años termina el procesos militar acá en el país, y en Latinoamérica fundamentalmente hay un crecimiento de la lucha, se recomponen los pueblos originarios y las luchas campesinas crecen. Estas luchas hicieron que los gobiernos se vieran obligados a legislar. Nosotros seguimos entendiendo que no es por beneficio hacia nosotros, sino que se exige una legislación más que nada para tranquilizarnos, para decir que tenemos derechos; entonces nos enganchan peleando por nuestros derechos dentro de sus leyes y así frenan las movilizaciones.

“En el caso de la provincia de Río Negro, en el 1985, convocaron a un grupo de gente mapuche para justificar que había participación mapuche en la ley indígena que querían hacer. Pero hay que entender que la mayoría de gente nuestra no sabe leer ni escribir. Las leyes siempre estuvieron en contra nuestra, entonces, el Estado siempre estuvo y está en contra nuestra. [...]Cuando llaman para hacer esa ley aparecimos a esa convocatoria más de 200 personas del pueblo mapuche. Y nos juntamos ahí. Y por primera vez, después de la guerra hacemos un encuentro en esta parte de la región. Por primera vez volvíamos a tener el Estado argentino enfrente.”


Pero lo que en un principio nació como un órgano del gobierno fue apropiado por los y las mapuche que acudieron a la convocatoria, naciendo así la primera organización mapuche en Puelmapu (al este de la cordillera, Argentina) desde el fin de la guerra, no sin dificultades:

“se trabajó siempre para desvalorizarnos, decirnos que no tenemos capacidad. Y nosotros teníamos que, no solamente mostrarles a ellos nuestra propia capacidad, sino nosotros mismos mostrarnos que tenemos capacidad como cualquier otro."

Y se pusieron a pelear:

“Empezamos la pelea punto por punto a los legisladores. Tuvimos que hacer dos movilizaciones para que la aceptaran (la ley indígena) como nosotros decíamos. [...] Hay confusión, nos dicen institución .pero no somos nada, somos una organización de base con una estructura que casi no existe, funcionamos con nuestra forma de funcionar antiguamente, siempre en tragün, en asamblea y de ahí surge la organización. El hecho de decidir las cosas en asamblea para nosotros no es ningún esfuerzo. Así que estoy hablando de tragün de 200 o 300 personas: mujeres, ancianos, chicos, todos pueden participar de un tragün, cada uno con su tarea.”

Cuando le preguntamos por los objetivos que persigue el CAI, Chacho nos cuenta:

“Primeramente la lucha era para la defensa de nuestros derechos en todos los sentidos, de cualquier situación de injusticia que se producía. De un principio también des del CAI levantamos nuestra condición de Mapuche por forma de pensar propia. Estamos para pelear por cualquier situación de injusticia, si hay una situación de injusticia salimos, ni lo discutimos. [...]Tenemos una fuerte relación con un montón de gente que no son Mapuche, que sienten una pertenencia a esta misma forma de pelea. Peleamos entonces por la defensa de las tierras.

“Buscamos la relación con otras organizaciones, no somos una organización establecida que busca sostenerse. Que decida el pueblo. Si esto alguna vez no sirve al pueblo, que es lo que buscamos como objetivo central, no tenemos ningún problema en que desaparezca. Nos fundiremos en otra cosa, pero seguiremos luchando en cualquier otro espacio.”

Aun así, Chacho comprende el conflicto mapuche como parte de un sistema de dominación a nivel mundial al que hay que combatir: el imperialismo de EUA a través de políticas como el ALCA o el IIRSA y el asfixiante sistema capitalista.

Con el tiempo el CAI empieza a ganar protagonismo hasta que, a pesar de no estar legalmente constituido, llega a ser un actor reconocido social y políticamente. Sin embargo no se venden ni renuncian a los principios que vieron nacer a esta organización autogestionada.

“Discutimos de igual a igual sin bajarle la cabeza a ningún funcionario. Eso lo tuvimos claro des del primer momento. Los llevamos a que actúen como les decimos nosotros, no cómo ellos. Si los funcionarios quieren hablar con nosotros que vengan a un tragün, sea un Director de Tierras, sea un intendente, sea un diputado, sea un gobernador. Si alguien por cuestiones prácticas tiene que ir a hablar con un funcionario vamos de 3 o 4. No aceptamos el individualismo, no aceptamos los dirigentes que cortan solos. O sea que cada uno cumple una tarea pero siempre de forma colectiva. Hay responsables de las distintas tareas pero la lucha es colectiva. La lucha es de todos.”

Con firmeza, convencimiento y los objetivos claros es como poco a poco van ganando pequeñas batallas, tanto a lo que se refiere a la recuperación del territorio ancestral, la cultura y el autoreconocimiento como pueblo mapuche.

“Cuando nosotros empezamos muy poca gente se identificaba como Mapuche y nosotros lo entendemos porque todo lo que el Estado, todo lo que el sistema había instalado en el caso de los pueblos originarios – indios, vagos, borrachos, asesinos - , todo lo peor, era sinónimo de indígena [...] Después crece la consciencia de ser mapuche y se recupera mucho más de lo que es la cultura nuestra. Otras cosas que empezamos a recuperar fueron los nombres propios, valorar nuestro apellido y empezar a tener nombre propio (en Mapuzugun). El caso de mi hija es Pilmaiken, nombre mapuche y apellido mapuche. Y fue una pelea porque exigían un nombre mapuche y un nombre español. Y nosotros decimos que no. Así que en eso también hay muchos puntos de avance.

“Nos sorprende el crecimiento que ha tenido (el pueblo mapuche) en 20 años, muy poco tiempo. En 20 años nos hemos instalado en el mundo, casi casi. En el país, hoy cualquiera puede hablar con algún conocimiento del pueblo mapuche. Gente que desconoció su identidad por mucho tiempo, de poquito va recuperando esa identidad.”

Cuando le pedimos que nos contara alguna experiencia vivida que a nivel personal, o a nivel de CAI, hubiese sido significativa, nos cuenta:

“Una lucha grande hace veinte y tantos años atrás fue cuando se quiso llenar la represa de Piedra del Águila dejando inundada toda una comunidad. Ahí, llevamos la primera pelea así, ya como organización, donde empezamos a hacer valer nuestros derechos. Así el Estado se vio obligado a expropiar una estancia, un campo de 60000 hectáreas, para entregársela a la comunidad a la que pertenecía.”

Si en un principio, el CAI se centraba en la defensa del territorio mapuche reconocido por el Estado, con el tiempo avocan más esfuerzos en la recuperación de las tierras usurpadas.

Nosotros hicimos por muchos años una lucha de reclamo, pero el gobierno, el Estado se protege y protege sus intereses no dando respuesta o diciendo que la van a dar y después no la dan. Así que nos cansamos. A partir del 1997 en un tragün se decidió no solamente resistir así, defendiendo nuestro territorio, sino que hay que empezar a avanzar. En ese avance, que es a lo que lo llamamos recuperación, llevamos alrededor de 160.000 hectáreas recuperadas. [...] Dentro de eso se dieron un montón de experiencias y todas son distintas.”

Hacia donde vamos…

Finalmente, le preguntamos a Chacho si ve el futuro del pueblo mapuche como el de un pueblo libre.

“Que si es posible o no es posible, eso nosotros nunca nos lo vamos a pensar. Pero lo que es seguro es que nadie, nadie tiene autoridad para negar nuestro sueño. Y eso es lo que vemos de nuestro pueblo. Pero también vemos la realidad, el avance del mundo, el avance del capitalismo, de las grandes empresas sobre nuestro territorio, sobre nuestras vidas. Entonces, estamos en un choque ahí, las empresas vienen por los recursos, y sobre esos recursos estamos nosotros. Es nuestro territorio. Así que somos los primeros que chocamos ahí. Por eso buscamos siempre que el resto de la sociedad comprenda nuestra situación porqué también a ellos les afecta.

“Nuestra lucha es solamente por la vida, nada mas que por la vida, por el derecho que tenemos a la vida. Que va a pasar en adelante lo va a decir el tiempo. Nosotros lo único que hacemos es tratar siempre de seguir hiendo hacía lo que somos. Nada más. Todos peleamos por el momento en función de nuestro pueblo. En la lucha del pueblo mapuche no existen altos puestos, existen lugares de lucha nada más. Así que en eso estamos.”

dimecres, 9 de juliol del 2008

"Nuestra lucha es por la vida". La lluita mapuche al Wallmapu

Al sud del què avui es conèix com Argentina i Xile existeix un poble que està despertant després d’anys de negació, humiliació i intents d’extermini, primerament a través d’una guerra física i després a través d’una guerra cultural. Els Mapuche –gent de la terra- van aconseguir resistir a la conquesta espanyola, que amb l’espasa i la creu va irrompre en la vida dels pobles originaris d’Amèrica, obligant-los a respectar les “fronteres” naturals del Wallmapu1.

Aquest tractat va ser respectat fins a finals del s.XIX quan els nous Estats, l’argentí primer i l’Estat xilè després, van invair el territori Mapuche a través de les campanyes militars: “Conquista del Desierto” a l’Argentina i “Pacificación de la Araucanía” a Xile. Una de les raons que impulsen això és la necessitat que tenien aquests Estats de delimitar les fronteres entre ells i apropiar-se el “far south” amb tots els seus recursos. En el cas xilè, a més, la intervenció militar es pot dir que va ser com una catarsis davant la profunda crisis econòmica que arrossegava el país des dels anys 1850.

Les conseqüències d’aquestes invasions van ser terribles. Les campanyes militars del general Roca a l’Argentina i del general Tizano a l’altra banda dels Andes van comportar milers de morts, desplaçats, robatori d’infants i la imposició cultural del “món occidental”. Això va comportar que part important del què conformava el territori ancestral de la gent de la terra els fos robat, usurpat i ocupat per colons – la majoria ni tan sols criollos – i posteriorment per les empreses i multinacionals.

“No se si era odio, pero era... puedo decir rechazo al rechazo. Todo el rechazo que me producían les respondía también con rechazo. Creo que... yo he buscado por ejemplo sentimiento de odio en mi corazón y nunca lo encontré y no lo encuentro, no puedo incorporarlo, no se...”

Passaran cent anys de discriminació, exclusió i humiliació. Cent anys de silenci en els que les terres han anat passant de mà en mà, concentrant-se cada cop en menys mans. Així, per exemple, a l’Argentina el grup Benetton acumula actualment més d’un milió d’hectàreas. Les empreses mineres continuen amb l’expoli i contaminen els rius, tant els que van al Pacífic com els que desenvoquen a l’Atlàntic. Al cantó xilè -Gulumapu- el poder es concentra en tres famílies – Angelini, Matte i Luksic-. Les seves forestals estan acabant amb els boscos natius, les celuloses contaminen els mars i les seves hidroelèctriques innunden comunitats senceres. Tenint en compte el significat que pren la mapu –la terra- en la cosmovisió Mapuche2, tot aquest terrorisme ambiental està acabant amb les possibilitats per part dels Mapuche de desenvolupar la cultura originària i desenvolupar-se com a persones.

És davant d’aquests atacs al territori ancestral i per la necessitat de recuerar la cosmovisió, que els Mapuche diuen prou i es comencen a organitzar als dos costats de la cordillera. Aquest procés de recuperació és un procés difícil, ja que durant més de 500 anys són múltiples els intents de destruir la cultura pròpia i imposar la cultura “occidental”. L’eliminació física dels/les machi3 durant i la guerra i posteriorment ha comportat una pèrdua important de l’espiritualitat, i la imposició del castellà ha fet que els Mapuche perdessin part de la seva cosmovisió –en tan que el llenguatge és generador de realitat.

Actualment el poble Mapuche pateix diferent sort, és a dir, diferents graus de repressió depenent de si l’invasor és l’Estat argentí o l’estat xilè.

A Xile, per una banda, encara avui la seva Constitució no reconeix als pobles originaris de la zona –Mapuche, Aymara i Sellk’man- i parla de xilens com a únics pobladors del país, i per altra banda, fa anys que s’estan aplicant polítiques assistencialistes i paternalistes com a mitjà per diluir la forma de vida Mapuche i integrar-la en allò que entenem com a “vida occidental” (que no és més que l’individualisme capitalista, tot el contrari de la cosmovisió originària que era i és comunitària). Això es tradueix en ajudes a l’estudi per a l’indígena bo, és a dir, pel Mapuche “integrat”; per a la resta, per aquells/es que lluiten per l’alliberament del seu poble tan sols els hi espera la llei antiterrorista, heretada del monstruós règim de Pinochet. Per posar un exemple il•lustratiu de la discriminació jurídica en la què es troben (un dels braços en què es concreta aquesta discriminació): si ets blanc i provoques un incendi la pena serà d’uns dos anys de presó, però si qui ha provocat l’incendi és Mapuche la pena –sota llei antiterrorista- serà de 10 anys. Així, a Xile podem parlar de presos polítics amb total claredat: actualment entre 10 i 15 presos, uns 100 estan clandestins i vora 400 han estat processats.

El cas d’Argentina és bastant diferent en quan al tema judicial, de repressió i, en definitiva pel què fa al reconeixement per part de l’estat dels pobles originaris que avui formen part de delimitació fronterera. Un fet diferencial és que l’Estat argentí reconeix l’existència dels pobles originaris (entre ells el poble Mapuche) a través del conveni 169 de la OIT (Conveni sobre pobles indígenes i tribals) i a través també de la pròpia Constitució. Tot i així, de forma paradoxal, en el poble xilè està més assumida l’existència de la diversitat cultural que nega la suprema llei del país.

Les formes de lluita que han anat adoptant els Mapuche d’una banda i l’altre de la “cordillera” han estat i són forçosament diferents, ja que durant el s.XX aquest territori es veu separat per dos Estats diferents, i per tant, té trajectòries polítiques ben diferents. En realitat, una de les diferències importants és aquella que fa referència a la temporalitat. A l’Argentina no és fins els anys 80 que neix la primera organització en defensa del poble Mapuche, el CAI (Consejo Asesor Indígena), i d’aquest es crea el Parlamento del Pueblo Mapuche i el CODESI (Consejo de Desarrollo Indígena).

A Xile, en canvi, trobem ja associacions Mapuche des dels anys 104. , Cal destacar que la principal organització en defensa del poble Mapuche ha estat durant forces anys, i és actualment, la CAM (Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauko Malleko), organització que adopta una estratègia de confrontació directa, i que ha estat ilegalitzada per l’actual govern de Bachelet al ser considerada organització terrorista.

Les diferents trajectòries i els diferents contextos sociopolítics en els què es troba el poble Mapuche als dos costats de la “cordillera” comporta una evolució clarament diferent en quan als mètodes de lluita i recuperació de la cultura. Per a la lluita Mapuche al Puelmapu (territori de l’Est, és a dir, Argentina) és primordial l’autoidentificació i l’autoreconeixement com a poble (cosa que implica la recuperació de la llengua, dels costums i de la cosmovisió), ja que aquesta és la base per a la recuperació física del territori. Al Gulumapu (territori de l’Oest, és a dir, Xile), en canvi, s’ha avançat molt en tot allò que fa referència a la recuperació cultural i la lluita actualment està molt més organitzada, centrant-se més en la recuperació del territori ancestral, així com en un treball de caràcter antirepressiu. Al Gulumapu, actualment, podem parlar d’una radicalització del conflicte, donant-se cada cop més casos d’acció directa i enfrontament contra les empreses que exploten el territori ancestral, com per exemple la provocació d’incendis a plantacions de pins i la crema dels camions que els transporten.

Per últim, cal destacar l’augment de les lluites autònomes als dos costats de la “cordillera”. Cada cop són més els Mapuche que tant al camp com a les ciutats, tot i no militar en cap organització política, es reconeixen com a poble i afronten la lluita des de la pròpia individualitat.

Malgrat els intents per part dels governs de torn de Xile i Argentina d’intentar ocultar i emmascarar la lluita de “la gent de la terra” el conflicte és cada cop més visible... i inevitable.

“Nuestra lucha es solamente por la vida, nada mas que por la vida, por el derecho que tenemos a la vida. Que va a pasar en adelante lo va a decir el tiempo. Nosotros lo único que hacemos es tratar siempre de seguir hiendo hacía lo que somos. Nada más.”


*
Les cites són de l’entrevista que vam realitzar a Chacho Liempe, integrant del CAI, durant la recuperació del territori ancestral de la Comunitat Mapuche Quintupuray a la Cuesta del Ternero (Puelmapu) el maig de 2008.

1. Wallmapu és el territori ancestral de la gent de la terra, que actualment està dividit per l’Estat Argentí i l’Estat Chile.
2. Pels Mapuche la terra no és només considerada territori, sinó que té un valor fonamental en la seva cosmovisió. Mapu es un terme que s’aplica a totes les dimensions de la vida a l’univers, és a dir, es pot entendre el cosmos com a mapu.
3. El terme machi és utilitzat per designar a la persona que té la funció d”autoritat” religiosa, consellera i protectora del poble Mapuche. Habitualment són dones.
4. Per exemple, la “Sociedad Caupolican” que era una associació de defensa mutual de la l’Araucania, lligada al Partit Demòcrata.

dilluns, 30 de juny del 2008

Entrevista sobre l'avortament a l'Argentina

Entrevista realitzada al col•lectiu feminista “Colectiva d-género anarcoqueer Proyectil Fetal” de Buenos Aires. Algunes preguntes han estat contestades per una integrant del col•lectiu i les de caràcter més general les han respòs de forma conjunta.


Difonent i Combatent (DiC): Cual es la legislación que hay en Argentina en cuanto al aborto? La ley es distinta en casos de abortos naturales, producto de una violación,... o en casos de abortos voluntarios?

Proyectil Fetal (PF): En Argentina el aborto es ilegal. La ley establece penas tanto para la mujer que se lo practica como para quien realiza el procedimiento (artículos 85, 86, 87 y 88 del Código Penal). La misma ley estable dos causas de excepción a estas penas: cuando el aborto se practica para "evitar un peligro para la vida o la salud" de la mujer o si el embarazo proviene de una violación de "una mujer idiota o demente" (artículo 86, incisos 1º y 2º del Código Penal).

El aborto esta penalizado en un artículo del código penal de la nación. El Art. 88 dice "será reprimida con prisión de uno a cuatro años, la mujer que causare su propio aborto o consintiere en que otro se lo causare. La tentativa de la mujer no es punible". Como tampoco esta penado el aborto que se produce en los casos de fecundación asistida o tratamientos de fertilidad, donde se eliminan clínicamente varios de los óvulos fecundados médicamente, porque claro es un negocio! Por una laguna de la ley, no se considera que eso sea aborto.

En Argentina el aborto es ilegal desde la sanción del Código Penal en 1887. No sé si las leyes anteriores lo consideraban un delito, pero supongo que sí. Los artículos referentes al aborto fueron reformados varias veces, la última de las cuales tuvo lugar en 1984. El artículo 86, que es a la postre el más importante, data de 1922. A continuación trascribo el texto en vigencia en el Código Penal sobre el aborto:

Artículo 85: El que causare un aborto será reprimido:
1. Con reclusión o prisión de tres a diez años, si obrare sin consentimiento de la mujer. Esta pena podrá elevarse hasta quince años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer.
2. Con reclusión o prisión de uno a cuatro años, si obrare con consentimiento de la mujer. El máximum de la pena se elevará a seis años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer.

Artículo 86: Incurrirán en las penas establecidas en el artículo anterior y sufrirán además, inhabilitación especial por doble tiempo que el de la condena, los médicos, cirujanos, parteras o farmacéuticos que abusaren de su ciencia o arte para causar el aborto o cooperaren a causarlo.

El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es punible:
1. Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios;
2. Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto.

Artículo 87: Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que con violencia causare un aborto sin haber tenido el propósito de causarlo, si el estado de la paciente fuere notorio o le constare.

Artículo 88: Será reprimida con prisión de uno a cuatro años, la mujer que causare su propio aborto o consintiere en que otro se lo causare. La tentativa de la mujer no es punible.

Conviene leer con mucha atención las palabras del inciso 2 del artículo 86. Tradicionalmente se consideró que éste establecía que en los casos de embarazos frutos de una violación a una mujer “idiota o demente”, el aborto no era punible. Pero desde hace unos años, ha surgido un grupo de juristas que consideran que el término “violación” es usado en el inciso 2 en forma general, y que el término “atentado al pudor” es el que se aplica únicamente a las embarazadas. Ergo, el inciso 2 del artículo 86 del Código Penal permite los abortos a los embarazos fruto de cualquier violación, no solo a una mujer “idiota o demente”.

Mi opinión personal sobre esa discusión es que probablemente los legisladores de 1922 pensaban únicamente en las violaciones a mujeres “idiotas o dementes”, no en todas las violaciones. Pero si ellos fueron tan imbéciles como para dejar un resquicio en el texto para permitir que no se penalicen los abortos a mujeres violadas, no hay por qué desaprovecharlo.

Lamentablemente, incluso en los casos en que no se discutía que la mujer embarazada estaba en las dos situaciones previstas claramente en el artículo 86, por correr riesgo su vida o por ser ella “idiota o demente”, los médicos no se atrevieron a practicar el aborto por las suyas, permitiendo la intervención innecesaria de la Justicia. Esta judicialización de los abortos no punibles llevó al Ministerio de Salud a elaborar un protocolo para asegurar que los hospitales públicos practiquen los abortos no punibles sin solicitar autorización judicial, como deberían haber hecho desde el principio. Después de todo, ¿en qué país serio hace falta pedir permiso a un juez para aplicar una ley?”

Todos estos dichos arriba entrecomillados son de nuestro ex ministro de Salud, Gines.

DiC: Que opciones tiene una mujer en el momento en que decide abortar de forma voluntaria?

PF: Puede practicarse un aborto en una clínica clandestina sin ningún control. Los precios oscilan de los 100 a los 1000 dólares, siendo un salario mínimo oficialmente de 300 dólares. También puede intentar intervenirse ella con agujas de coser, apios, o demás cosas, provocándose un aborto espontáneo.

"En la Argentina la primera causa de muerte materna es el aborto. La hospitalización por aborto se ha incrementado en el país en un 57% desde 1995 a 2000 (última medición oficial) y el 40 % de ellas corresponde a menores de 20 años. Se infiere que se producen entre 450.000 y 500.000 abortos por año. El legrado post-aborto es la segunda causa de hospitalización de mujeres en edad fértil en la Argentina. Complicaciones como hemorragias, infecciones, o perforaciones de órganos son muy frecuentes.” Según la Dirección Nacional de Salud Materno Infantil.

Las mujeres que mueren por prácticas clandestinas son cada vez más jóvenes y de sectores muy pobres de nuestra sociedad, ya que las que tienen medios económicos se realizan abortos en buenas condiciones sanitarias y con personal competente, que cobra jugosas sumas por sus servicios.


Además, para quienes tienen la info, puede conseguir, casi clandestinamente, Misoprostol (el nombre de la droga) u Oxaprost (la marca del fármaco), e intentar provocarse un aborto espontáneo. Con esa droga en ningún caso la vida de la madre o su integridad física esta en juego. El medicamente cuesta 100 pesos argentinos 30 dólares aprox. Pero no es de venta libre. Es menester entonces conseguir una receta médica, y/o un amigo farmacéutico que te lo venda. Asimismo, su aplicación no es tan sencilla, y puede fallar. Sin embargo, esta droga no tiene riesgo de perforación de útero. Si sale mal, solo sentiste dolor pero no hay riesgo de muerte, funciona con una o varias grandes contracciones.

DiC: En tu caso personal, cual fue el proceso que seguiste para llevarlo adelante?

PF: Mi ginecóloga consiguió una médica ginecóloga abortista clandestina, que junto a un cardiólogo y a una médica clínica me atendió por un método muy moderno por aspiración. Mi mama y mi compañero lo pagaron a medias, costo alrededor de 700 dólares. La calidad fue excelente, no tuve ni secuelas y salí caminando de la clínica al día siguiente fui a trabajar, estaba perfecta. Pero la clandestinidad, el sentirme una criminal, tener que esconderme (la medica tenia dos salas, una donde te hacia el aborto, otra donde te atendía- por precaución), y la medica que era una mercenaria, una mercader llena de botox, colágeno y cirugías plásticas, haciéndome chistes de mal gusto sobre la edad de mi compañero (7 menos que yo- sin ningún profesionalismo dijo “A mi también me gustan jovencitos), todo eso fue una experiencia desgarradora por la cual mas de una vez me pregunte si podría volver a pasar. No me arrepiento en lo mas mínimo de mi aborto, fue una decisión buena tomada con mucha conciencia y basada en la generosidad de no traer una vida mas, muy pensada. Pero las condiciones en la que tuve que hacerlo, las mejores del mercado sin embargo, fueron terribles.

DiC: Como viviste el proceso en el ámbito emocional, teniendo en cuenta que es una práctica ilegal en Argentina (con todo lo que socialmente esto conlleva)?

PF: Tenía 25 años. Y me estaba yendo de mi casa. Casi no tuve herramientas para asimilarlo. Mi madre repetía la palabra “aborto” como quien dice “homicidio”. Me sentía mal. El feminismo me ayudo mucho a poder sentir que fue un acto de amor y responsabilidad no haber tenido a esa bebe. Mis médicas apoyaron en todo momento, y mas allá de sus creencias, ambas católicas, jamás me juzgaron, de hecho una no puede tener hijxs y la otra tardó hasta los 40 años en embarazarse. Pero se manejaron de manera ejemplar, siempre priorizando mi decisión y mi deseo. Fue muy difícil. También esconderse, esconder que la panza crecía, frente a mis alumnos (daba clases de ingles en empresas) justificar mis ausencias, mentir todo el tiempo. Algunas amigas me juzgaron duramente porque ellas no podían tener o les había costado mucho. Mi compañero acompañó todo lo que podía para su edad, lo mismo que mi ex compañero anterior, que es mi amigo hoy y en ese momento también. Con mi padre y mi hermano nunca hable del tema. Se que mi familia piensa que tenia que pagar un precio por mi error. Así lo piensan y por eso pudiendo poner todo el dinero ellos (nuestra situación económica con mi compañero era mala), nos hicieron pagar una parte a nosotros, recuerdo las palabras de mi madre “Algo tenés que pagar vos”.

Volver a la sexualidad fue complicado también, una sexualidad sin miedo, y también la penetración porque estaba preocupada con que no sentía nada, la aspiración dilata los músculos vaginales y les toma un tiempo volver a su estado normal. Me deprimí mucho, y sentí culpa, cosa que en general no siento nunca porque no fue criada en el catolicismo. Y la paranoia de que nunca más iba a poder tener hijos, paranoia que hoy no me acompaña porque no me interesa tenerlos, es mas preferiría ser infértil. Todavía hoy me acompaña el ruido de la “aspiradora” con la que te “limpian” el útero. Puedo escucharlo, porque la anestesia, por mi seguridad, era muy leve. No me dolió nada corporal.

Con el tiempo fui conociendo otro tipo de mujeres que habían tenido más de un aborto, o que me permitían hablar de esta experiencia con total naturalidad y tranquilidad, como hablo hoy.

DiC: En Argentina, que luchas hay (tanto individuales como por parte de grupos u organizaciones) en relación al aborto?

PF: Esta la campaña por el derecho al aborto: http://www.derechoalaborto.org.ar/ Esta es la lucha oficial de las feministas que ratifican y hacen más fuerte al Estado. En los años que llevan haciendo lobby político no han logrado ningún avance más que su propia promoción como políticas o miembros de ONG. En general, lo que intentan es mostrarle al Gobierno lo que ya se sabe: las mujeres están todas de acuerdo, o en su gran mayoría, con el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, incluyendo el derecho al aborto. Las encuestas de apoyo salen hasta en los medios masivos. Con lo cual no se explica porque siguen juntando firmas, en folios que prolijamente entregan al Ministerio de Salud, o a los legisladores.

También la izquierda se lleva su tajada. Formó en su momento parte de esta misma campaña, y aunque se diferencia por su crítica al gobierno, sus métodos autoritarios y/o sectarios son también inconducentes. Lo han visto, históricamente, como un buen nicho de mercado para captar nuevas militantes para la lucha principal, es decir la toma del Estado para establecer una dictadura del proletariado, en el mejor de los casos.

A nivel de activistas sueltas, llamémoslas así, ha habido iniciativas, por ejemplo el colectivo De Boca en Boca o Mujeres Libres en Argentina, que hicieron folletos informativos sobre el uso del Oxaprost/Misoprostol, o llegaron incluso a tejer redes de apoyo para aquellas que se practicaron un aborto casero con esta sustancia.

La cuestión del aborto legal, gratuito, seguro y de los anticonceptivos y la información sobre sexualidad se encuentra en la agenda del feminismo tanto institucional, como autónomo y el de izquierda; pero siempre desde un enfoque que no cuestiona, sino fortalece, la intervención del Estado sobre las decisiones individuales y la vida de las mujeres. En muchos casos, canalizan la rebeldía y el descontento popular, que podría ser utilizado tanto para iniciativas de lucha individual o autónoma, como para insurrección, y llevan ese descontento hacia un lugar donde finalmente no se logra nada.

DiC: Cual es vuestra visión/opinión como grupo sobre el tema del aborto?

PF: Proyectil Fetal esta a favor del derecho de toda individualidad a decidir y tomar decisiones sobre su propio cuerpo, cualquiera sea la decisión. No creemos que las mujeres tengan embarazos no deseados solo por ignorancia, sino por un dispositivo anterior, que pretendemos socavar, que esta relacionado, cuando no es el mismo, con la heterosexualidad obligatoria, la heteronormatividad, y la división sexual en el capitalismo en varones y mujeres.

Sin desconocer la realidad social que se expresa en las cifras anteriormente mencionadas, Proyectil Fetal cree que debido al factor de peso de la Iglesia Católica, por un lado, sumado a los intereses económicos de la gestión de la ilegalidad del aborto, se explica el fracaso de las políticas pro aborto realizadas por el feminismo institucional de cual antes hablamos.

Desde nuestra óptica, no consideramos que haya que mendigarle derechos al Estado. Más aun, este diálogo con el Estado reclamándole que legisle y controle nuestras existencias, lo legitima como interlocutor válido, e invisibilidad el hecho de que el Estado todo es una construcción improcedente que esta ahí para someternos.

A esta altura del milenio, sabemos que la letra de la ley ni garantiza ni protege sino que controla, crea y promueve ilegalidades de manera sistemática. En ese sentido, la ley, como demostramos mas arriba con los textos citados, ya deja un intersticio por donde las mujeres podríamos estar abortando. Lo que impide que abortemos no es la carencia de una ley en si misma, sino un sistema todo, económico, social, político, y los dispositivos en las mentes de quienes tienen que realizar los abortos, es decir el estamento médico, brazo armado del capitalismo, y del Estado. Ha habido casos donde no era necesario un permiso legal para que un hospital público le practique un aborto a alguien comprendido en las leyes arriba mencionadas. Sin embargo, los médicos se han negado aduciendo desde convicciones religiosas, por otro lado irrefutables, hasta la posibilidad de verse involucrados en juicios posteriores.

Si Proyectil Fetal tuviera algo así como una agenda y/o plataforma, la lucha de la mujer, como identidad solida, específica, objetiva, e inobjetable, no formaría parte de ella; no por desinterés hacia las mujeres, sino porque creemos que el paso es previo. Deshaciendo los géneros, los imperativos de poder médico jurídico y económico, se establecerían nuevas posibilidades de interacción entre las corporalidades que entre otras cosas no redundarían en embarazos no deseados.

La lucha por derechos, sean de las mujeres o de los varones, o de las clases, está entrampada en los presupuestos liberales e iluministas que, como hemos visto, que incluso con las mejores intenciones, no han hecho mas que aumentar en las ultimas décadas, la mortandad por hambre, guerras, miseria, exterminio y abortos clandestinos de embarazos no deseados.

Hay grupos anarquistas, por ejemplo el grupo Libertad, que desde sus publicaciones, desgraciadamente, y basados no sé en que principio eugenésico, están en contra de la posibilidad de que las mujeres decidan sobre sus cuerpos, en materia de aborto.

Por último, quisiéramos destacar que Proyectil Fetal no pretende estar en todo y tener una opinión sobre todo. El aborto no es nuestro tema de análisis, y como no creemos en la cuestión principal y la cuestión secundaria tan cara al marxismo y al socialismo autoritario, no sentimos vergüenza de que así sea.